Está a punto de cumplir 82 años pero sigue dedicado a full a su tarea de productor de espectáculos. “Son más las cachetadas que los éxitos”, aclara. Recordó sus épocas de gloria en la sala Aureliano y pidió por el Puerto de la Música.
Categoría: La entrevista
Beatriz Vignoli es ajena a la negociación: implacable y aguda, su obra –ya reconocida en la medida que lo merece- se construye al compás de su vida. Sin dejar de lado jamás un registro intenso, reivindica a fondo la primera persona y le cuenta a Barullo su historia, en la que nada parece haber sido fácil.
Pablo Feldman es uno de los comunicadores más reconocidos de la ciudad. Su especialidad es la política pero sueña con comentar fútbol, una de sus pasiones junto con la familia. Polémico, valora el dinamismo de los más jóvenes pero siembra dudas en torno al alcance de su formación. Amante de su profesión como pocos, no piensa dejarla jamás, aunque aspira a dejar de levantarse a las seis de la mañana.
Hijo de artistas, se va haciendo camino en Buenos Aires. “Hago lo que sé hacer”, dice y repasa lo hecho el año pasado: llenó dos veces el teatro donde montó su obra “La violencia de la ternura”, entrevistó al presidente Alberto Fernández, a Jack Black y a Pepe Mujica, hace radio con Malena Pichot y televisión abierta.
Detrás del fenómeno de la Trova Rosarina –de la que este año se cumplen 40 años de su surgimiento- hubo mucha gente. Uno de ellos fue el iluminador Fer Piedrabuena. Toda una vida dedicada al montaje de las luces de los pequeños y grandes escenarios, en Rosario y en Buenos Aires, y en el exterior, con Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, Charly García y la Negra Sosa.
Adquirió prestigio como periodista aunque su apuesta personal más fuerte es por la literatura, tanto en la ficción como en el poema. Rosarino hasta la médula, ama a su ciudad pero ha sabido encontrar un lugar propio en Buenos Aires. En extenso y hondo diálogo con Barullo, Reynaldo Sietecase contó: “La literatura me protegió”. Y en cierto momento, una confesión brotó espontánea: “¡Ojalá uno tuviese un editor en la vida!”.