Muchas noches su particular voz de tipo de barrio que creció en un paravalancha en el parque Independencia sacude la radio. Tiene un programa de rock en LT8 donde difunde viejas y hermosas canciones de rock y cuando el espacio radial es ocupado por relatos de partidos de fútbol de Ñuls o Central, Marcelo Mogetta arma la carpa y emprende el viaje hacia las altas montañas. También es un ciclista urbano. Su última experiencia es sorprendente. Ha recorrido mil kilómetros arriba de su bicicleta todoterreno para dejar un registro histórico de los 341 clubes de barrio de Rosario, toda una marca.
—¿Qué te llevó a emprender este trabajo?
—Mi vida está atravesada por los clubes. Me crie en ellos, desarrollé actividad deportiva, defendí los colores de algunos clubes, bailes, despedidas, fiestas y recitales. Considero a los clubes en este presente como un ámbito de contención fundamental para los pibes y pibas de cualquier barrio. En 2020 decidí unir ambas pasiones, mi vida arriba de la bicicleta y los clubes de la ciudad, de modo tal que le di forma a hacer un relevamiento fotográfico del frente de todos los clubes y agrupaciones infantiles de Rosario yendo en bicicleta.
—¿Cuántas fotos registraste?
—Registré fotográficamente 341 clubes y agrupaciones infantiles de Rosario en tres meses de pedaleada en los que hice exactamente mil kilómetros arriba de la bici.
—¿Cómo era el trabajo en sí? ¿Hacías una selección previa de los clubes, te subías a la bici y sacabas la foto y disparabas?
—Recurrí a varias fuentes que me nutrieron de información respecto al listado. La Asociación Rosarina de Fútbol, la de Básquet y Bochas… me dieron el listado de sus clubes afiliados. Con Jeremías Salvo de la Red de Clubes constantemente compartí información y listados. De todos modos muchísimos clubes no están directamente afiliados a ninguna asociación, ni forman parte de ningún listado. Los iba descubriendo hablando con los vecinos en plena recorrida. “Acá a la vuelta hay uno chiquito que se llama…” era la frase que recibía constantemente. Yo armaba por día un listado de clubes a recorrer de acuerdo a zonas o barrios de la ciudad. Hubo días que pedaleé 60 kilómetros para fotografiar 30 clubes y días que hacía 50 para uno o dos que se me habían escapado. Me metí en zonas y barrios de la ciudad que jamás me había metido, colocaba la bici en el frente del club, sacaba un par de fotos, registraba la dirección y seguía a otro. Así durante tres meses. Jamás tuve un problema de ninguna índole y siempre, pero siempre, conté con la ayuda de todos los vecinos, a los que debo agradecer el aporte invalorable.
—Entiendo que semejante movida fotográfica (y física) terminará en un libro.
—En verdad, la idea del libro fue tomando forma a los dos meses de recorrida. En un comienzo me conformaba con hacer el circuito en bici por todos los clubes, todos, a lo sumo iba a armar álbumes de Facebook o Instagram. Después surgió la idea de volcarlo a un libro con la foto del frente de todos los clubes, con nombre completo y dirección, todos de Rosario. Clubes de Rosario en bicicleta podría ser el título del libro. Jamás imaginé que iban a ser tantos, a lo sumo pensaba que serían 200. Pero 341 me parece un número simbólico que no es azaroso, es la característica telefónica de nuestra ciudad. Te dejo, sigo pedaleando.
Publicado en la ed. impresa #20