Fue en esta ciudad donde pasó la vida.
No fue en Alejandría, Atenas, La Paloma, Azul, Montevideo, Chilecito: no.
Tampoco en Boston, Baltimore, París ni ―digamos― Necochea.
Fue aquí.
Aquí nacieron mis hijas, aquí mis padres duermen para siempre.
Aquí escribí, aquí me hice hermano de la noche.
Aquí amé, y a veces fui amado.
Aquí bebí, y aún sigo bebiendo.
Aquí y no en otra parte miro el cielo y encuentro todas las estrellas.
Aquí conozco cada bar, cada árbol, cada librería. Aquí
me saluda cada esquina, aquí me abrazo
con los amigos que quedan. Aquí. En esta ciudad,
junto a un gran río.
Aquí pasó la vida.
Publicado en la ed. impresa #16