El sello rosarino, que este año cumple 25 años de vida, se proyecta a nivel nacional e internacional con un vasto catálogo de casi cuatro centenares de títulos. Dos de sus autores recién publicados dan cuenta de ello con libros para pensar la desigualdad en la Argentina y la áspera cuestión Malvinas.
Autor: Alicia Salinas
Por el sello que gestiona la pareja que componen Ana Wandzik y Maximiliano Masuelli aparecieron en diez años más de cien títulos, donde se cruzan generaciones, materias y geografías. Autores de dos recientes libros de poesía y pintura publicados allí, Irina Garbatzky y Orlando Belloni, dan su testimonio.
En su afán por difundir autores locales, el sello Casagrande armó un catálogo con literatura de calidad escrita en la ciudad. En diálogo con Barullo, dos escritores recientemente publicados –Alejandro Hugolini y Eugenio Previgliano– abren el corazón de sus obras.
El hallazgo fortuito de una grabación casera que hicieron dos adolescentes en 1986 recupera la voz del escritor rosarino Jorge Riestra —fallecido en 2016— en la presentación de El opus, la novela que le valió el Premio Nacional de Literatura pero es la menos leída de sus obras.
Eduardo D’Anna es autor de una vasta obra poética, narrativa y ensayística. La UNR acaba de editarle, en su lujosa colección Confingere, dos intensas novelas policiales, que interpelan al lector no solo desde el argumento sino desde el lenguaje. En diálogo con Barullo contó cómo las gestó, rechazó toda forma de individualismo literario y dio su visión de la ciudad, ajena a la complacencia: “Los rosarinos aplauden cualquier cagada, sobre todo si viene de Buenos Aires o Europa”.