El 30 de julio de 1966 se terminaban de imprimir en Rosario 200 ejemplares para canje internacional y 800 comerciales de “El vicio absoluto. Poemas 1958-1965”, de Rafael Oscar Ielpi, número 2 de la colección Alfa, de la Editorial Biblioteca Popular Constancio C. Vigil. Este magnífico poema que incluimos en la contratapa de Barullo es el cierre del libro, reeditado décadas más tarde con prólogo de uno de los directores de esta revista. Ninguna de sus palabras ha perdido belleza ni exactitud, y mucho menos vigencia.
Vicio absoluto
Alcohol, transparencia única.
Noche: preparación del alcohol.
Dancemos calles a la hora del goce
estético de esta avalancha de noche,
seamos selváticos como siempre,
cautos como nunca. Siempre creando,
nunca ociosos o contemplativos,
siempre yendo, nunca esperando
lo que no vendrá hasta la mesa.
Ellos, los que perturbaron las horas
de la decencia, los capaces de todo
engaño en el momento más terso,
no descansan. Que nuestro vicio absoluto
sea este: la despiadada lucha sin tregua.