Es uno de los misterios de Rosario: a pesar de que su designación como “cortada” implica necesariamente la brevedad, ella no hace caso a las definiciones de la RAE y se extiende a través de gran parte de la geografía de la ciudad. Barullo la recorrió y recuerda su singular historia.
Autor: Ricardo Robins
Nací en Rosario en 1980, bajo dictadura cívico militar, y escribo esto en tiempos de pandemia. En el medio me hice periodista (TEA y Licenciatura en la UNR) y trabajé en Cablehogar (Semanario NE), Diario Crítica y Rosario3, además de colaborar en Revista Anfibia, entre otros. Fui coautor del libro “Crónicas primarias” editado por el periodista y escritor Cristian Alarcón. Participé en la producción, investigación y guión de documentales como “La arquitectura del crimen” y “Buscando al huemul”. Vivo en Echesortu con mi compañera y dos hijos aunque me críe en Alberdi, junto al río. Mate, siempre; cerveza con picada; vino con asado. Mi primera entrevista con grabador fue a Leticia Cossettini pero no encuentro el caset. Creo en la crónica y en el documental como los géneros más completos y complejos en donde puede convivir una investigación rigurosa con narrativas creativas y diversas. Todo esto para decir que me gusta contar (y leer y escuchar y mirar) buenas historias.
La ciudad vista desde arriba de la K, después de las modificaciones que sufrió el sistema de transporte rosarino. La pregunta que queda flotando es: ¿qué trole hay que tomar para seguir?
No son admiradores de las anomalías urbanísticas del lugar, ni seguidores tardíos de Lavalleja, el general de Artigas, quienes peregrinan por la zona sur. Los curiosos quieren conocer el barrio donde se originó otro tipo de fenómeno. Un 24 de junio, el mismo día que el general oriental, pero siglos más tarde, en 1987, nació en ese pasaje Lionel Messi.
Los 245 libros agrupados en un armario en la casa de la zona norte donde ambas vivieron hasta su muerte están siendo ordenados y catalogados por un grupo de trabajo coordinado por la docente Amanda Pacotti.




