Son las 6.52 de domingo frío, hace días que duermo
Maldito el momento de la dirección errónea de esta casa
Duermo para no velar la guerra, duermo porque ha muerto
Y en el santuario de los pies fríos es el único valiente
Que se ha asomado a verme dormir sobre la muerte
Gerardo se ha ido hace unas horas y estará en viaje
De Buenos Aires a Rosario como cuando decidió su destino
Lo hizo en coche cama y vuelve también en coche cama
Cómodo y risueño en un cajón recién pulido
Él entendería el chiste de estar acostado eternamente
Publicado en la ed. impresa 20