Aunque es una de las leyendas vivas de la poesía de Rosario, su obra gira en torno a los espacios rurales y a su pueblo, Los Quirquinchos. Marcado a fondo por el gran José Pedroni, también incurre con éxito en la prosa narrativa. Sencillo y campechano, y con su eterna boina, el Jorge Isaías se confesó ante Barullo, y hasta contó que ya no le gusta un libro suyo porque lo ve “machista”.

