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Barullo semanal

Prólogo del libro “Escritos canayas” (Homo Sapiens Ediciones)

Por Fabián Bazán

Cuando aún existían los medios de comunicación impresos en

papel, hoy casi en extinción, se decía que no había nada más viejo

que el diario de la mañana. Por lo tanto, a la noche de ese día, o

al día siguiente a más tardar, sus hojas se utilizaban para envolver

la media docena de huevos en la granja de la esquina. Y si se los

reservaba en algún lugar de la casa era para encender el fuego del

asado del domingo. Muy pocos, casi nadie, se dedicaba a guardar

un diario o, al menos, alguna nota que considerara merecedora de

tal halago. Las revistas, por su parte, iban a parar a las peluquerías

o a los consultorios médicos, donde se podían hallar verdaderos

tesoros que, en algunos casos, ya habían cumplido la mayoría de

edad. Es decir, uno leía un poema inédito de Borges en Cultura

& Nación, una crónica brillante de Osvaldo Ardizzone sobre el

clásico del domingo en El Gráfico o una crítica interesante sobre

el último disco del Flaco Spinetta en Página/12, dejaba el diario

donde lo había encontrado y seguía con su vida.

Y está bien. Por supuesto que no es criticable. Pero, de esa manera,

se condenaba al olvido a textos magistrales

y entrañables, solamente porque aparecían en un formato efímero

por naturaleza.

Ni hablar de la actual era de internet y redes sociales, donde el

concepto de efímero es la piedra basal de todo el sistema.

Este libro intenta, modestamente, recuperar alguno de esos textos

publicados en diarios, en revistas, en libros descatalogados e incluso

en las actuales tecnologías de comunicación, porque creemos que lo

merecen.

En las próximas páginas desfilarán, entonces, algunas de las me-

jores plumas que diera esta pintoresca zona del mundo, contando

cosas sobre un tema que nos interesa a todos: Rosario Central.

Que lo disfruten, Canayas.

Por Redacción Barullo

Proponemos construir un espacio plural donde se mezclen los géneros y las generaciones, con la calidad de los textos como única bandera.

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