Uno
El 11 de julio de 1969 David Bowie publicó Space Oddity para coincidir con la llegada del hombre a la Luna. En la canción, como todos saben, el comandante Tom después de salir de la nave cuenta que flota en el espacio alrededor de su lata, dice que la tierra es azul, pide que le hagan saber a su esposa que la quiere y que, desde allí arriba, nada puede hacer.
Dos
El 20 de julio de 1969, finalmente, el hombre llegó a la Luna. Muchos años después, la revista rosarina etcétera tituló una nota que conmemoraba algún aniversario del alunizaje con esta afirmación: “No se acordaron ni los perros”.
Los vecinos del Cruce Alberdi esa noche dormíamos. Al menos yo que era un niño obligado a irse a la cama a las diez para asistir a primera hora al colegio el día siguiente. Estuve muy enojado varios días, al igual que muchos compañeros de clase. Quería volar con los astronautas como intenté hacerlo, según me recordaron años después los mayores muchas veces, cuando tenía tres o cuatro años y me escapé de casa subido al triciclo en busca de mi padre que había viajado a España para asistir a los últimos días de vida de su madre.
Tres
El 16 de enero de 2021 llegué a Buenos Aires de milagro. El país estaba cerrado a los extranjeros por la pandemia y en Madrid había caído una nevada que duró una semana y que prácticamente impedía moverse porque la nieve acumulada superaba el metro de altura. Como el doctor Zhivago pero sin trineo llegué al consulado para renovar el pasaporte argentino de manera urgente porque mi madre agonizaba en Rosario. En el avión éramos cuatro gatos; parecía un vuelo espacial de marcianos aproximándose a la Tierra.
Una mañana en Rosario, yendo al hospital en el que me dejaban asistir a los últimos suspiros de mi madre metido en una escafandra parecida a la de los astronautas por las imposiciones del Covid, el taxi se detuvo ante el semáforo de la esquina del bulevar Avellaneda y la calle Junín. Diluviaba y mi mirada se quedó inmóvil, fija, en la ochava donde yo, adolescente, esperaba al caer la tarde la llegada de la que fue mi primera novia. Me invadió el llanto. El taxista me hablaba y yo no podía decir nada. Pensaría que estaba en otro planeta.
Cuatro
El 4 de mayo de 1950 Ray Bradbury publica Crónicas marcianas. En uno de los relatos, El contribuyente, horas antes del despegue de un cohete, un hombre se planta a los gritos frente a la puerta del centro espacial, exigiendo que lo lleven a Marte. Los guardias, soportándolo, le dicen que no vale la pena: todas las expediciones fallan y no regresan. Es mentira, grita el tipo, “pago mis impuestos” y quiero que me saquen de aquí donde ya no se puede vivir. Finalmente lo detienen. ¿Qué remedio? Desde la ventanilla del coche policial ve el fuego rojo que señala el despegue de la nave y Bradbury cierra el cuento escribiendo: “El cohete plateado se elevó abandonándolo en una ordinaria mañana de lunes en el ordinario planeta Tierra”. Técnicamente Bradbury escribe ciencia ficción. Todo es relativo.
Cinco
El 11 de septiembre de 2024 el multimillonario Jared Isaacman y la ingeniera aeroespacial Sarah Gillis se convirtieron en los primeros ciudadanos de a pie en salir de una nave al vacío exterior. A 740 kilómetros de la Tierra, Isaacman se asomó fuera de la nave y dijo a la humanidad: “Desde aquí es un mundo perfecto”. Estuvo diez minutos flotando fuera de la nave, lo cual es parcialmente cierto ya que no soltó la barra del dispositivo y lo hizo con un cordón umbilical que lo unía a los sistemas de la nave para respirar. Todo un arcaísmo porque Neil Armstrong ya usaba una mochila con oxígeno en 1969. Con lo cual lo de Isaacman es como si, en el momento de nacer, cuando nos asomamos fuera del cuerpo de mamá, decimos: “Qué lindo va a ser todo esto”.
Seis
El 22 de junio de 1973 David Bowie lanza Life in Mars? La magia de Space Oddity es intensa pero el sentido de esta canción es mucho más potente por la sencilla razón de que la letra carece de él. No es un juego retórico. Una chica se pelea con los padres, se mete en un cine, el ratón Mickey engorda, las ratas viajan de Inglaterra a Ibiza y finalmente, se pregunta si hay vida en Marte. Es un flujo lisérgico; uno de los modos de responder al porqué de las cosas.
¿Hay vida en Marte? Aún no lo sabemos. Los científicos siguen buscando agua allí. En la Tierra se está acabando.